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Hola, soy la Dra. Daniela Correa, médica cirujana plástica, y hoy quiero hablarte de un tema que va mucho más allá de bisturís, anestesia o resultados estéticos. Se trata de tu seguridad, tu confianza y tu tranquilidad al momento de tomar una decisión tan importante como someterte a una cirugía. Y sí, esa seguridad comienza desde el lugar en el que decides operarte.
En mi práctica médica he visto cómo cada vez más personas colombianos y extranjeros, llegan a consulta con una pregunta muy válida: “¿El lugar donde me van a operar es realmente confiable?”. Y la respuesta, en gran parte, tiene que ver con algo que quizá ya has escuchado: un hospital certificado.
Pero ¿qué significa realmente operarse en un hospital certificado? ¿Es solo una etiqueta bonita o implica un respaldo real? En este blog quiero explicarte, desde mi experiencia como cirujana y como mujer comprometida con la salud de mis pacientes, por qué esta certificación hace toda la diferencia entre un procedimiento común y uno verdaderamente seguro.
Elegir un hospital certificado no es un lujo, es una decisión inteligente. Es asegurarte de que cada paso, cada protocolo y cada persona involucrada en tu cirugía ha sido evaluada con los más altos estándares de calidad y seguridad a nivel internacional. Y cuando esos estándares son los de Joint Commission International (JCI), estás frente a uno de los mayores sellos de excelencia en el mundo de la salud.
Te invito a seguir leyendo para que conozcas qué hay detrás de esa certificación, cómo impacta directamente en tu bienestar, y por qué yo elijo operar exclusivamente en un lugar que cumple con todas estas garantías: IQ InterQuirófanos, un centro quirúrgico que ha recibido el prestigioso Sello Dorado de Acreditación Internacional.
Si has llegado hasta aquí, probablemente te estés preguntando: ¿Qué es exactamente un hospital certificado por JCI y por qué debería importarme? La respuesta es sencilla: porque esta acreditación representa una garantía internacional de que tu salud será cuidada bajo los más estrictos estándares de calidad y seguridad.
La Joint Commission International (JCI) es una organización estadounidense que, desde hace más de 50 años, se dedica a evaluar instituciones de salud en todo el mundo. Su objetivo principal es promover la mejora continua en la atención médica, reducir riesgos y, sobre todo, proteger a los pacientes.
Para lograrlo, la JCI desarrolla un conjunto riguroso de estándares que deben cumplirse en su totalidad para obtener su reconocimiento. Cuando un hospital u organización obtiene esta acreditación, puede decirse que ha alcanzado uno de los más altos niveles de excelencia en salud a nivel mundial. Por eso, cuando hablamos de un hospital certificado por JCI, hablamos de un lugar donde tú, como paciente, puedes confiar plenamente.
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La evaluación es profunda, integral y va mucho más allá de lo superficial. Se examinan procesos clínicos, administrativos, de seguridad y atención al paciente. Algunos de los aspectos más relevantes que se miden son:
Cada uno de estos elementos está orientado a que tú, como paciente, recibas una atención humana, segura y eficiente en todas las etapas de tu cirugía.
Obtener la acreditación no es algo automático, y eso es precisamente lo que le da tanto valor. Es un proceso voluntario que incluye cinco fases principales:
En otras palabras, un hospital certificado no solo logra la acreditación una vez, sino que debe trabajar día a día para conservarla.
Desde mi experiencia como cirujana, puedo decirte que operar en un hospital acreditado por JCI cambia completamente el panorama. Los beneficios son muchos y se sienten en cada parte del proceso quirúrgico:
Cuando decides operarte en un hospital certificado, no estás eligiendo solo un quirófano; estás eligiendo una red completa de cuidados pensados en ti.
Cuando decidí dedicarme a la cirugía plástica, tomé una decisión que ha guiado cada paso de mi carrera: solo operaría en lugares que me ofrecieran la misma seguridad y confianza que exigiría para mí o para un ser querido. Esa convicción me llevó a elegir IQ InterQuirófanos como el único centro quirúrgico donde realizo mis procedimientos.
IQ InterQuirófanos no es solo un centro quirúrgico. Es una institución paisa, con 19 años de trayectoria, que nació con un propósito claro: ofrecer servicios médicos de alta calidad, centrados en la seguridad del paciente y la excelencia clínica. Desde su fundación en 2006, ha trabajado con un equipo multidisciplinario comprometido con la mejora continua, y hoy, ese compromiso se ve reflejado en su más reciente logro.
En diciembre de 2024, IQ InterQuirófanos recibió uno de los reconocimientos más prestigiosos en el ámbito de la salud: la acreditación internacional de la Joint Commission International (JCI). Este Sello Dorado de Acreditación fue otorgado tras una auditoría exhaustiva de cinco días, donde expertos internacionales evaluaron más de una decena de estándares relacionados con la calidad asistencial, la gestión médica, la seguridad quirúrgica y la experiencia del paciente.
Cada procedimiento, cada protocolo y cada miembro del equipo fue examinado con lupa. Y no solo se cumplió, se superaron las expectativas.
Lo dijo con orgullo el Dr. Juan Carlos Vélez Lara, presidente de la Junta Directiva de IQ InterQuirófanos:
“Siempre hemos planteado la seguridad y la calidad como premisas para nuestros pacientes”.
Y es precisamente eso lo que me inspiró a trabajar con ellos. Porque compartimos esa visión ética, profesional y profundamente humana de cuidar a quien decide confiar en nosotros.
Gracias a esta acreditación, IQ InterQuirófanos se posiciona hoy como el único centro quirúrgico ambulatorio de su tipo en Colombia en recibir este prestigioso reconocimiento internacional. Esta distinción no solo valida el trabajo de todo su equipo, sino que también consolida a Medellín como un referente en turismo médico y cirugía segura.
Como cirujana, tener la posibilidad de operar en un hospital certificado por JCI es un privilegio. Pero como profesional comprometida con la salud de mis pacientes, es una responsabilidad que asumo con total convicción.
Cuando te decides por una cirugía estética, reconstructiva o funcional, mereces más que un quirófano. Mereces un entorno en el que todo esté diseñado para proteger tu salud. Y eso, exactamente, es lo que te ofrece IQ InterQuirófanos.
Cada procedimiento, cada protocolo y cada miembro del equipo fue examinado con lupa. Y no solo se cumplió, se superaron las expectativas.
Lo dijo con orgullo el Dr. Juan Carlos Vélez Lara, presidente de la Junta Directiva de IQ InterQuirófanos:
“Siempre hemos planteado la seguridad y la calidad como premisas para nuestros pacientes”.
Y es precisamente eso lo que me inspiró a trabajar con ellos. Porque compartimos esa visión ética, profesional y profundamente humana de cuidar a quien decide confiar en nosotros.
Seguramente ya comprendes que operarte en un hospital certificado representa una ventaja importante, pero tal vez te preguntes: ¿qué se revisa exactamente para otorgar esta acreditación?
La respuesta es muy clara: todo lo que influye en tu bienestar antes, durante y después de tu cirugía.
La Joint Commission International (JCI) establece una serie de estándares que examinan de forma minuciosa todos los procesos clínicos, administrativos y humanos que conforman la experiencia del paciente. En mi experiencia como cirujana plástica, puedo asegurarte de que cada uno de estos estándares protege tu salud en los momentos más críticos del procedimiento.
Aquí se analiza si el hospital implementa protocolos que previenen errores médicos, infecciones o eventos adversos. Se miden desde el momento del ingreso hasta el alta médica. Es un aspecto fundamental para garantizar una cirugía segura.
Incluye la planificación del procedimiento, la ejecución de la cirugía, la anestesia, los cuidados postoperatorios y la continuidad en la atención. Todo esto debe estar documentado, controlado y respaldado por buenas prácticas clínicas.
Se verifica que el equipo médico, de enfermería y técnico esté capacitado, actualizado y comprometido con los procesos de calidad. La formación continua no es opcional, es un requisito esencial en un hospital certificado.
Desde la prescripción y dispensación, hasta la administración y seguimiento de medicamentos, especialmente los de alto riesgo. El objetivo es minimizar cualquier error o reacción adversa.
La JCI pone un fuerte énfasis en los protocolos de limpieza, desinfección y bioseguridad. Esto incluye desde el quirófano hasta los instrumentos, ropa quirúrgica, superficies, y manejo de residuos peligrosos.
Se inspeccionan las condiciones físicas del hospital, los equipos quirúrgicos, los sistemas de emergencia, el acceso a servicios y el mantenimiento preventivo de todo el equipamiento.
No solo se analiza la parte médica, también se protege tu experiencia emocional: derecho a recibir información clara, consentimiento informado, privacidad, confidencialidad, trato respetuoso y acompañamiento.
Como médica, me llena de confianza saber que opero en un lugar donde cada detalle ha sido diseñado y auditado con base en estos estándares. Y como paciente, tú puedes estar seguro de que todo lo que ocurre a tu alrededor incluso lo que no ves ha sido pensado para cuidar de ti.
Un hospital certificado por JCI no improvisa. Planea, controla, mejora y, sobre todo, te protege.
Muchas veces, cuando un paciente piensa en operarse, se concentra únicamente en el resultado estético. Pero como cirujana plástica con años de experiencia, te aseguro que hay algo aún más importante que el resultado final: la seguridad durante todo el proceso.
Elegir un hospital certificado es mucho más que optar por un lugar bonito o moderno. Es elegir una institución que ha demostrado —ante un ente internacional como la JCI— que cumple con protocolos rigurosos, actualizados y enfocados en proteger tu salud.
Uno de los beneficios más valiosos de un hospital certificado es que cada cirugía se realiza bajo protocolos estandarizados, supervisados y verificados por expertos. Desde la preparación preoperatoria hasta la recuperación, cada fase está diseñada para minimizar errores, prevenir infecciones y cuidar tu bienestar en todo momento.
Gracias a esto, los márgenes de seguridad aumentan considerablemente. Y eso, como paciente, se traduce en tranquilidad para ti y para tu familia.
La recuperación es tan importante como el procedimiento en sí. En un hospital certificado, los equipos están entrenados para ofrecer seguimiento cercano, monitoreo constante y respuesta rápida ante cualquier eventualidad. Todo está documentado, medido y supervisado para que tengas la mejor experiencia posible.
Cuando un hospital ha sido acreditado por JCI, no se trata de una promesa publicitaria. Se trata de haber pasado por auditorías reales, donde expertos han revisado su infraestructura, sus protocolos médicos, su limpieza, su personal y su enfoque ético. Es una confianza basada en hechos concretos y evaluables.
No es casualidad que cada vez más pacientes del extranjero estén viajando a Colombia para realizarse procedimientos médicos. La acreditación JCI es un respaldo internacional que reconoce a instituciones como IQ InterQuirófanos como centros de referencia en cirugía segura y atención humanizada.
De hecho, la misma institución lo expresa claramente:
“La acreditación fortalece la confianza de los pacientes al garantizar procesos médicos seguros, atención humanizada y servicios con estándares de clase mundial.”
Y como médica, puedo confirmar que eso es exactamente lo que se vive en cada procedimiento que realizo allí.
Operarte en un hospital certificado no solo mejora tus posibilidades de un buen resultado clínico, también te da paz mental. Y eso, cuando se trata de tu cuerpo, tu salud y tu vida, no tiene precio.
Una de las preguntas más frecuentes que recibo en consulta es: “Doctora, ¿realmente hay diferencia entre un quirófano común y uno certificado?”
Y mi respuesta es siempre la misma: sí, hay una enorme diferencia… y puede impactar directamente en tu seguridad.
En muchos casos, los pacientes ven un quirófano limpio y moderno y creen que eso es suficiente. Pero lo que no se ve a simple vista —los protocolos, el control de riesgos, la capacitación del personal, los sistemas de respuesta, el manejo de medicamentos— es lo que verdaderamente marca la diferencia entre una cirugía segura y una llena de riesgos innecesarios.
Por eso quiero mostrarte una comparativa sencilla para que lo entiendas mejor:
Aspecto | Quirófano común | Quirófano en hospital certificado (JCI) |
---|---|---|
Protocolos médicos | Variables o poco definidos | Estandarizados y auditados internacionalmente |
Personal | Puede tener capacitación básica | Capacitación continua y verificada por estándares internacionales |
Control de infecciones | Mínimos requeridos por ley | Protocolos exhaustivos de desinfección, monitoreo y bioseguridad |
Manejo de medicamentos | No siempre controlado | Registro, control y trazabilidad en cada etapa |
Seguimiento postoperatorio | Depende del profesional tratante | Integrado al proceso institucional, basado en indicadores |
Evaluación externa | No aplica | Auditorías periódicas por expertos de JCI |
Gestión de riesgos | Reactiva | Proactiva y preventiva, con análisis de eventos e indicadores |
Experiencia del paciente | Variable según el lugar | Atención humanizada, derechos del paciente protegidos |
Un hospital certificado no presume su título como un simple distintivo. Lo demuestra con hechos, día tras día, paciente tras paciente.
La certificación JCI no es un premio decorativo, sino el resultado de años de trabajo, auditorías rigurosas y mejora continua. Es una garantía basada en evidencia de que el entorno donde se realizará tu cirugía ha sido evaluado con los más altos estándares a nivel global.
Como cirujana, te aseguro que elegir un quirófano certificado cambia por completo la forma en que trabajamos los profesionales. Y como paciente, cambia por completo tu nivel de confianza, bienestar y seguridad.
Desde el inicio de mi carrera, asumí un compromiso inquebrantable con la excelencia médica, no solo en los resultados estéticos que buscan mis pacientes, sino en la seguridad de cada procedimiento que realizo. Por eso, decidí operar exclusivamente en IQ InterQuirófanos, un hospital certificado por la Joint Commission International (JCI), que cumple con los más altos estándares internacionales en atención quirúrgica. Esta elección no es casualidad ni comodidad, es una decisión ética y profesional. Significa rodearme de un equipo calificado, en un entorno controlado, con protocolos estandarizados que garantizan la calidad en cada etapa del proceso quirúrgico. Como cirujana plástica, mi prioridad es que cada paciente se sienta cuidado, escuchado y seguro. Y solo un centro como IQ, que ha demostrado ante auditores internacionales su capacidad para proteger la salud de quienes confían en él, me permite brindar esa confianza de forma honesta y sólida. Operar en un hospital certificado es, para mí, una extensión natural de cómo entiendo la medicina: con rigor, humanidad y compromiso genuino con el bienestar de cada persona que llega a mi consulta.
Tomar la decisión de realizarte una cirugía plástica no es algo menor. Involucra tu salud, tu seguridad, tu confianza y, por supuesto, tu bienestar emocional. A lo largo de este blog, te he compartido por qué es tan importante elegir un hospital certificado para llevar a cabo cualquier procedimiento quirúrgico: porque allí no solo encontrarás tecnología y profesionales calificados, sino también protocolos verificados, atención humanizada y un compromiso real con tu vida.
La acreditación otorgada por la Joint Commission International (JCI) no es un simple distintivo. Es la prueba de que una institución como IQ InterQuirófanos ha pasado por evaluaciones exhaustivas y ha demostrado estar preparada para brindarte un entorno quirúrgico seguro, controlado y confiable. Y como profesional de la salud, sé que eso marca una gran diferencia en los resultados, en la recuperación y en tu tranquilidad.
Por eso, si estás considerando una cirugía estética o reconstructiva, quiero invitarte a dar ese paso con toda la información, la claridad y el respaldo que mereces. Agenda una cita conmigo y hablemos sobre tu caso, tus expectativas y cómo podemos hacerlo realidad, siempre desde un lugar de confianza, ética y seguridad.
Porque tu cuerpo merece ser cuidado con respeto, y eso comienza eligiendo un hospital certificado.
Cuando hablamos de un hospital certificado por la Joint Commission International (JCI), nos referimos a una institución que ha demostrado, mediante auditorías exhaustivas, que cumple con estándares internacionales en todos los aspectos críticos de la atención médica. Esto incluye desde la seguridad del paciente, la capacitación del personal, los protocolos quirúrgicos, hasta el control de infecciones, la gestión de riesgos y la experiencia del paciente. Esta certificación no se basa en percepciones ni en publicidad, sino en evidencias documentadas y verificables. Es el resultado de un compromiso institucional sostenido con la mejora continua, y constituye una garantía objetiva de calidad.
La JCI publica en su sitio web oficial un registro global de instituciones acreditadas, donde se puede verificar en tiempo real si un hospital o centro quirúrgico cuenta con la certificación vigente. Además, una institución seria y comprometida con la transparencia debe mostrar su certificación de manera visible, y tener disponible la documentación oficial para consulta. En mi caso, opero exclusivamente en IQ InterQuirófanos, cuya acreditación se puede verificar públicamente y es válida a nivel internacional.
No. La JCI acredita tanto hospitales generales como clínicas especializadas, centros quirúrgicos ambulatorios y otras entidades prestadoras de servicios de salud. Lo importante no es el tamaño, sino el cumplimiento riguroso de estándares clínicos, administrativos y operativos. IQ InterQuirófanos es un ejemplo claro: es un centro quirúrgico ambulatorio que, pese a no ser un hospital de alta complejidad, alcanzó el más alto nivel de validación en calidad y seguridad quirúrgica a nivel mundial.
La diferencia radica en el nivel de control, trazabilidad y vigilancia de cada aspecto del proceso quirúrgico. En un quirófano certificado, como los de IQ InterQuirófanos, todo está documentado, auditado y respaldado por protocolos internacionales: desde la esterilización de los instrumentos hasta el manejo de medicamentos de alto riesgo, la preparación del paciente, la respuesta ante eventos adversos y el seguimiento postoperatorio. En cambio, un quirófano sin certificación puede operar con estándares mínimos, sin la obligación de rendir cuentas a organismos internacionales ni demostrar evidencias de mejora continua.
No, y es importante ser claros con esto. La acreditación JCI no garantiza resultados estéticos, ya que estos dependen de múltiples factores individuales: condiciones de salud del paciente, expectativas realistas, calidad de los tejidos, técnica quirúrgica, entre otros. Lo que sí garantiza es que todo el proceso quirúrgico se desarrollará bajo condiciones óptimas de seguridad, minimizando riesgos innecesarios y asegurando que cualquier eventualidad sea gestionada con protocolos precisos. En otras palabras, aumenta las probabilidades de una recuperación exitosa y sin complicaciones clínicas.
Operar en un hospital certificado no necesariamente implica un mayor costo en términos económicos, pero sí representa un mayor valor agregado en seguridad y respaldo médico. Al comparar precios, algunos pacientes pueden encontrar ofertas más bajas en lugares no certificados, pero eso implica asumir mayores riesgos en términos de control de infecciones, manejo anestésico, infraestructura y calidad del equipo humano. Personalmente, siempre le digo a mis pacientes: invertir en un entorno certificado es invertir en tranquilidad y en protección de tu salud a largo plazo.
La acreditación JCI tiene una vigencia de tres años. Durante ese periodo, la institución debe mantener todos los estándares evaluados, y al final, someterse nuevamente a una auditoría integral. No basta con haber sido acreditado una vez: para conservar el estatus de hospital certificado, el centro debe demostrar mejora continua, incorporar nuevas evidencias científicas, actualizar sus protocolos y mantener indicadores de desempeño clínico de forma sostenida.
Porque es un estándar reconocido globalmente, y brinda confianza inmediata a los pacientes que buscan atención médica segura fuera de su país de origen. En contextos como el turismo médico, donde el paciente no tiene una referencia local clara, la acreditación JCI funciona como una garantía universal de calidad. Muchos pacientes internacionales seleccionan su clínica basándose exclusivamente en esta certificación, sabiendo que encontrarán protocolos comparables a los mejores hospitales de Europa o Estados Unidos.
Absolutamente sí. La calidad de un procedimiento quirúrgico no depende únicamente de las manos del cirujano, por expertas que sean. Depende del equipo, del entorno, de los protocolos, de la infraestructura y de la capacidad institucional para responder ante cualquier escenario clínico. Como cirujana, mi trabajo se potencia cuando cuento con un entorno seguro, certificado y altamente especializado. Por eso, mi compromiso con cada paciente también incluye elegir operar solo en un hospital certificado, como lo es IQ InterQuirófanos.
IQ InterQuirófanos obtiene sello dorado de acreditación internacional – https://iqinterquirofanos.com/iq-interquirofanos-obtiene-sello-dorado-de-acreditacion/
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Dra. Daniela Correa Cirujana Plástico Medellín © 2022
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