Fajas post operatorias: la clave para una recuperación exitosa tras una cirugía plástica

Fajas postoperatorias- Dra. Daniela Correa

Después de una cirugía plástica, el cuerpo inicia un proceso de recuperación que requiere cuidado, paciencia y acompañamiento médico. Uno de los elementos más importantes en esta etapa son las fajas post operatorias, que van mucho más allá de ser una prenda de compresión: son parte esencial del resultado final.

Soy la Dra. Daniela Correa, cirujana plástica en Medellín, y he visto cómo el uso correcto de estas fajas puede marcar una gran diferencia tanto en la recuperación como en la apariencia del cuerpo tras una intervención. Por eso, decidí escribir este blog: para ayudarte a entender por qué las fajas son tan importantes y cómo elegir la adecuada según tu cirugía.

En este espacio te explicaré con claridad todo lo que necesitas saber sobre las fajas abdominal postoperatorios, las diferencias entre fajas postoperatorias mujer y fajas postoperatorias hombre, y por qué las fajas postoperatorias abdominoplastia requieren características específicas. Mi objetivo es brindarte información útil y basada en mi experiencia, para que tomes decisiones seguras y obtengas los mejores resultados.

Tabla de contenidos

¿Qué son las fajas post operatorias y cuál es su función real?

Las fajas post operatorias son prendas de compresión médica diseñadas especialmente para usarse después de una cirugía plástica o reconstructiva. Su objetivo no es solo estético; cumplen una función terapéutica que influye directamente en la calidad de la recuperación y en los resultados a largo plazo.

En mi práctica como cirujana plástica, siempre explico a mis pacientes que el uso adecuado de estas fajas es una extensión del procedimiento quirúrgico. Son parte del tratamiento y deben ser prescritas de forma individualizada, según el tipo de cirugía, el cuerpo del paciente y la evolución de su recuperación.

¿Cuál es el verdadero impacto de una faja post operatoria?

Desde el punto de vista médico, una faja abdominal postoperatoria o cualquier tipo de faja postquirúrgica bien indicada tiene múltiples beneficios:

Reducción de la inflamación

Después de una cirugía, el cuerpo responde con un proceso inflamatorio natural. La compresión controlada que ofrece una faja ayuda a disminuir esta inflamación más rápidamente, lo que reduce molestias y acelera la recuperación.

Control de sangrado y hematomas

Las fajas postoperatorias también contribuyen a controlar pequeños sangrados internos y a evitar la formación de hematomas visibles, ya que favorecen la reabsorción de líquidos de manera progresiva y segura.

Moldeo progresivo del cuerpo

Uno de los objetivos principales en procedimientos como la liposucción o la abdominoplastia es definir el contorno corporal. Las fajas postoperatorias abdominoplastia, por ejemplo, guían al cuerpo en su nueva forma, ayudando a que la piel y los tejidos se adhieran correctamente a la musculatura y a las zonas tratadas.

Prevención de seromas

El seroma es una acumulación de líquido bajo la piel que puede retrasar la recuperación y comprometer el resultado final. El uso adecuado de fajas contribuye a minimizar este riesgo, ya que favorece la correcta adhesión de los tejidos.

¿En qué se diferencian las fajas postoperatorias para mujer y para hombre?

Existen diferencias anatómicas clave entre pacientes hombres y mujeres, y eso se refleja en el diseño de las fajas. Las fajas postoperatorias mujer suelen adaptarse a zonas como la cintura, abdomen bajo, espalda y caderas, con cortes que favorecen la silueta femenina. Por otro lado, las fajas postoperatorias hombre se enfocan en brindar compresión en el abdomen, flancos y zona pectoral, con ajustes más rectos y sin énfasis en la curva de la cintura.

Además del diseño, hay diferencias en el tipo de compresión y en la ubicación de los cierres y costuras, lo que garantiza que la prenda sea cómoda, funcional y segura según el género del paciente.

¿Por qué no deberías comprar cualquier faja comercial?

Este es uno de los errores más frecuentes que veo en consulta. Muchos pacientes adquieren fajas genéricas por internet o en tiendas no especializadas, y eso puede traer consecuencias negativas.

Las fajas no médicas, o aquellas que no están diseñadas específicamente para el tipo de cirugía realizada, pueden tener un ajuste incorrecto, zonas de presión mal distribuidas o estar fabricadas con materiales poco transpirables que afectan la cicatrización. Además, no ofrecen el nivel de compresión progresiva que se requiere en cada fase de la recuperación.

He atendido casos donde el uso de una faja inadecuada ha generado marcas permanentes en la piel, mala cicatrización, incomodidad severa y, en algunos casos, necesidad de corregir irregularidades en el contorno corporal.

Por eso, en mi práctica siempre recomiendo que la faja sea indicada y supervisada por tu cirujana. Yo misma, junto a mi equipo, asesoro a cada paciente para elegir la faja correcta según su procedimiento, anatomía y etapa de recuperación. Esto no solo mejora los resultados, sino que brinda seguridad y tranquilidad durante todo el proceso postquirúrgico.

Tipos de fajas postoperatorias: Según el procedimiento quirúrgico

Cada cirugía plástica requiere un tipo específico de faja. No todas las fajas sirven para todos los procedimientos, y por eso es tan importante contar con una guía personalizada. A continuación, te explico cómo clasifico las fajas post operatorias según el tipo de intervención.

Tipo de faja Descripción y uso recomendado
Fajas abdominal postoperatorios Diseñadas para cirugías en la zona abdominal, como liposucciones y hernias umbilicales. Brindan una compresión uniforme y controlada que favorece la desinflamación y el moldeado progresivo del abdomen.
Fajas postoperatorias abdominoplastia Ideales para pacientes que se han sometido a una abdominoplastia. Estas fajas proporcionan una compresión firme pero adaptable, permitiendo movilidad sin comprometer la cicatrización. Ayudan a evitar seromas y a sostener la pared abdominal.
Fajas para liposucción Se recomienda una faja de cuerpo completo o con refuerzos localizados (espalda baja, muslos, brazos), según las zonas tratadas. Ayuda al drenaje y moldeo parejo del cuerpo.
Fajas para gluteoplastia Deben comprimir adecuadamente sin presionar los glúteos. Existen modelos con abertura o realce especial para proteger el área intervenida.
Fajas para mamoplastia Se usa un brasier quirúrgico con soporte adecuado, sin costuras que interfieran con las incisiones. Es clave para mantener la posición de los implantes o tejidos.
Faja postoperatoria fase 1 Uso: 0 a 3 semanas postcirugía. Compresión media-alta con materiales suaves y broches accesibles. Ideal cuando el cuerpo está inflamado y necesita estabilización.
Faja postoperatoria fase 2 Uso: 3 a 8 semanas o más. Mayor compresión, soporte uniforme y materiales más estructurados. Se enfoca en el moldeo definitivo y la definición del contorno corporal.

¿Cuánto tiempo debo usar la faja?

Depende del procedimiento, pero en general, indico entre 6 y 12 semanas. En casos como la abdominoplastia, la duración puede extenderse según la evolución del paciente. Lo más importante es que el uso de la faja sea constante, cómodo y supervisado. Mi equipo y yo acompañamos este proceso paso a paso, ajustando indicaciones en cada control postoperatorio.

Beneficios reales de usar una faja post operatoria de calidad

Más allá de lo estético, una faja post operatoria bien elegida se convierte en una herramienta terapéutica. Te comparto los beneficios que observo con frecuencia en mis pacientes:

Resultados estéticos optimizados

Una faja adecuada permite que la piel se adhiera mejor a los tejidos profundos, previene irregularidades y mejora la definición del contorno corporal. Esto se traduce en resultados más naturales y armónicos.

Disminución del dolor y molestias

La compresión ayuda a reducir el movimiento innecesario de los tejidos, lo que disminuye el dolor y brinda una sensación de seguridad al caminar o realizar actividades cotidianas.

Mejora en la postura y el retorno a la rutina

Las fajas abdominal postoperatorios, por ejemplo, brindan soporte lumbar, lo que mejora la postura en pacientes que han sido operados del abdomen o espalda. Esto facilita reincorporarse gradualmente a la rutina.

Bienestar emocional durante la recuperación

Ver mejoras diarias, sentir el cuerpo contenido y acompañado, y observar cómo se reducen la inflamación y los hematomas, mejora el estado de ánimo y la autopercepción. La recuperación se vuelve más llevadera y positiva.

Errores comunes que cometen los pacientes al elegir su faja post operatoria

A lo largo de mi experiencia, he detectado algunos errores frecuentes que pueden afectar negativamente la recuperación. Aquí te los comparto para que los evites:

❌ Error común Descripción y consecuencias
Comprar por internet sin asesoría profesional Las fajas genéricas no consideran el tipo de cirugía, la etapa de recuperación ni la anatomía del paciente. Además, muchas no cumplen con estándares médicos, lo que puede afectar negativamente tu recuperación.
Usar tallas incorrectas Una faja muy ajustada puede provocar compresión excesiva, interferir con la circulación o dejar marcas permanentes. Una faja muy suelta no cumple su función terapéutica. La talla debe ser evaluada por un profesional y ajustada según la evolución postoperatoria.
Elegir materiales no aptos El uso de telas de baja calidad puede causar irritaciones, alergias o infecciones. Las fajas postoperatorias mujer y fajas postoperatorias hombre deben estar confeccionadas con materiales hipoalergénicos, transpirables y certificados.
No cambiar la faja según la evolución Permanecer con la faja de fase 1 más tiempo del necesario puede limitar el moldeo corporal y generar incomodidad. El seguimiento médico es clave para saber cuándo hacer el cambio a una faja de fase 2.

Consecuencias de una mala elección

Entre las consecuencias más comunes que he atendido por mal uso de fajas están:

Por eso, mi recomendación siempre será: asegúrate de recibir una indicación profesional y adquiere tu faja en un lugar especializado. En mi consulta, te ofrezco asesoría completa y acceso a fajas diseñadas para cada tipo de procedimiento, con calidad garantizada.

El éxito de una cirugía plástica también depende de cómo te recuperas, no solo de cómo entras al quirófano.La Liposucción después del embarazo es un proceso seguro. Contáctame y te ayudaré  a recuperar tu figura.

¿Cómo elegir la faja postoperatoria adecuada? Recomendaciones de la Dra. Daniela Correa

Elegir correctamente una faja post operatoria puede marcar una gran diferencia en tu recuperación. No se trata simplemente de elegir una talla o un modelo bonito. Se trata de encontrar una prenda que acompañe el proceso médico, respete las necesidades del cuerpo y se adapte a cada etapa de tu evolución.

En mi práctica, este proceso siempre comienza con una evaluación personalizada. Cada paciente es diferente: tipo de cirugía, contextura corporal, calidad de piel, zonas intervenidas y tolerancia a la compresión. Por eso, no existe una faja universal, y es fundamental que la elección sea guiada por el equipo médico que conoce tu caso.

Selección según tipo de cirugía y cuerpo del paciente

Las fajas postoperatorias abdominoplastia, por ejemplo, deben tener refuerzos abdominales, soporte lumbar y una altura que cubra desde debajo del busto hasta las caderas, sin comprimir en exceso la zona umbilical. En cambio, para una gluteoplastia, necesitamos una faja que deje libre esa zona para evitar presionar los injertos o implantes.

Además, la contextura corporal también influye: pacientes más delgados o con piel sensible requerirán ajustes en los niveles de compresión y materiales más suaves. Por eso, siempre evalúo personalmente la anatomía y cirugía realizada antes de indicar una faja específica.

¿Qué tipo de cierre es mejor?

Recomiendo cierres frontales con broches o cremalleras, que faciliten la colocación sin tener que levantar los brazos o hacer movimientos incómodos. Además, algunas fajas tienen doble ajuste, lo que permite adaptarlas conforme el cuerpo va desinflamando.

Las costuras internas deben estar protegidas o ser planas para evitar marcas en la piel, y siempre es mejor optar por modelos sin varillas metálicas, ya que pueden generar puntos de presión o incomodidad.

Acompañamiento médico durante todo el proceso

Una de las ventajas de adquirir tus fajas conmigo es que no estás sola en el proceso. Mi equipo especializado te acompaña desde el primer día, asegurándose de que la faja esté colocada correctamente, que no haya molestias y que la compresión sea la indicada. Además, te orientamos cuándo debes cambiarla por una de fase 2, y hacemos seguimiento para ajustar el tratamiento según tus necesidades.

Textiles de calidad médica, hipoalergénicos y cómodos

Las fajas que ofrezco en consulta han sido cuidadosamente seleccionadas por su calidad. Están fabricadas en textiles certificados, transpirables, hipoalergénicos y con costuras mínimas, ideales para uso prolongado. Muchas pacientes me han dicho que, a pesar del miedo inicial, se sienten cómodas y contenidas con la faja desde el primer día.

Este tipo de prendas no las encuentras en tiendas convencionales ni en internet. Están hechas especialmente para uso postquirúrgico y supervisadas por profesionales de la salud.

¿Dónde comprar fajas post operatorias en Medellín? La solución ideal está con la Dra. Daniela Correa

Uno de los momentos más importantes después de una cirugía plástica es elegir dónde y con quién adquirir tu faja post operatoria. En Medellín existen muchas opciones en el mercado, pero no todas ofrecen productos avalados médicamente ni el acompañamiento adecuado. Por eso, en mi consulta he integrado una solución completa que garantiza seguridad, calidad y resultados: una línea de fajas postquirúrgicas seleccionadas y aprobadas por mí como cirujana plástica.

Estas fajas han sido diseñadas pensando en las verdaderas necesidades del paciente en recuperación. No se trata solo de una prenda, sino de una herramienta terapéutica que forma parte del tratamiento quirúrgico completo.

¿Por qué adquirir tu faja conmigo?

En mi práctica, he reunido los elementos esenciales que aseguran una recuperación segura y exitosa. Estas son las ventajas diferenciales que encontrarás al adquirir tu faja directamente en consulta:

Ventaja Descripción
Diseño anatómico exclusivo Las fajas que recomiendo están adaptadas a cada zona del cuerpo y pensadas para cada tipo de cirugía. No son fajas genéricas. Su diseño permite una compresión precisa, respetando zonas delicadas como suturas, implantes o injertos.
Supervisión médica Como tu cirujana, conozco tu procedimiento, tus medidas y tu evolución. Por eso puedo indicarte con exactitud qué tipo de faja necesitas, su nivel de compresión y el tiempo de uso. Esta supervisión médica previene errores y mejora los resultados.
Asesoría personalizada Durante la consulta postoperatoria, brindamos una asesoría individualizada para elegir la talla correcta, aprender a usar la faja adecuadamente y resolver dudas. También evaluamos si necesitas accesorios complementarios como tablas o espumas.
Seguimiento postquirúrgico completo Mi equipo te acompaña en cada etapa del postoperatorio. Verificamos que la faja siga siendo funcional, hacemos ajustes si es necesario y te orientamos cuando es momento de pasar a la faja de segunda fase. El seguimiento asegura una recuperación óptima.

Agenda tu consulta y recibe asesoría completa

Si estás por realizarte una cirugía conmigo o ya eres paciente, recuerda que puedes adquirir tu faja post operatoria directamente en consulta. Así garantizas que recibirás una prenda segura, de calidad médica, y completamente adaptada a tu procedimiento.

Agenda tu cita de valoración o control postquirúrgico, y con gusto te brindaré toda la orientación que necesitas para que tu recuperación sea cómoda, efectiva y con los mejores resultados posibles.

¿Por qué confiar en la Dra. Daniela Correa para tu recuperación postoperatoria?

Con años de experiencia como cirujana plástica en Medellín, me he dedicado a ofrecer una atención médica basada en el conocimiento, la ética y el acompañamiento cercano. Mi formación académica incluye estudios especializados en cirugía estética y reconstructiva, respaldados por certificaciones nacionales e internacionales. Lo que me distingue es mi enfoque integral: no solo realizo el procedimiento quirúrgico con precisión, sino que acompaño cada etapa del postoperatorio con atención personalizada, incluyendo la elección y seguimiento del uso de fajas post operatorias. Mi compromiso es lograr resultados reales, naturales y seguros, siempre priorizando el bienestar del paciente y su evolución completa, tanto física como emocional.

Mamoplastia de Aumento Medellín Dr Daniela Correa Cirujana Plástica Rionegro Antioquia

Preguntas frecuentes sobre fajas post operatorias

Sí, el uso de fajas post operatorias no es opcional; forma parte integral del tratamiento quirúrgico. Estas prendas médicas ayudan a controlar la inflamación, evitar complicaciones como seromas y mejorar la adherencia de la piel a los nuevos contornos del cuerpo. Además, brindan soporte estructural, reducen molestias y promueven una cicatrización más eficiente. Ignorar su uso puede comprometer seriamente los resultados estéticos que se buscan con la cirugía.

No seguir las indicaciones sobre el uso de la faja puede generar una recuperación más lenta, mayor dolor, formación de seromas o hematomas, y un moldeo corporal deficiente. He visto pacientes que, por no usar la faja correctamente, desarrollan irregularidades en la piel o zonas inflamadas por más tiempo del habitual. Por eso, insisto en cada consulta que la faja es una herramienta terapéutica, tan importante como la cirugía misma.

No lo recomiendo. Las fajas genéricas que se venden por internet o en tiendas no especializadas suelen tener una compresión no controlada, tallas imprecisas y materiales que no cumplen con estándares médicos. He tratado casos donde estas prendas han causado lesiones en la piel, incomodidad severa y resultados poco armónicos. Lo ideal es que la faja sea prescrita por tu cirujana plástica, basada en tu procedimiento, cuerpo y evolución postoperatoria.

El tiempo varía según el tipo de cirugía y la respuesta del cuerpo de cada paciente. Generalmente, indico su uso durante un período de entre 6 y 12 semanas, distribuidas en dos fases. En la fase inicial, se usa una faja con compresión suave que protege el área operada y ayuda a reducir la inflamación. Posteriormente, en la fase 2, se recomienda una faja con mayor ajuste que favorece el moldeado corporal. El seguimiento médico es clave para saber cuándo hacer el cambio y por cuánto tiempo continuar.

La talla adecuada no se basa únicamente en la ropa que usabas antes de la cirugía. Hay que tener en cuenta el grado de inflamación, la intervención realizada y tu tipo de cuerpo. En mi consulta, tomamos medidas específicas y hacemos pruebas de ajuste para garantizar que la compresión sea efectiva pero cómoda. Además, es común que con el paso de las semanas necesites cambiar de talla, y ese seguimiento también lo hacemos de manera personalizada.

Las fajas postoperatorias mujer están diseñadas teniendo en cuenta las curvas femeninas: cintura más marcada, soporte en caderas y busto, y adaptabilidad a zonas como los glúteos o el abdomen bajo. En cambio, las fajas postoperatorias hombre ofrecen una compresión más uniforme, con cortes rectos que se ajustan al tórax, flancos y abdomen. Elegir una faja con diseño anatómico según el sexo del paciente permite una mejor recuperación y un uso más confortable.

Sí, especialmente durante las primeras semanas del postoperatorio. El cuerpo necesita una compresión constante para controlar la inflamación y favorecer una correcta adhesión de los tejidos. Retirar la faja por muchas horas, incluso al dormir, puede afectar el proceso de recuperación y alterar los resultados estéticos. Por eso, se indica usarla las 24 horas del día, retirándola únicamente para la higiene personal y según indicaciones médicas.

Una faja post operatoria de calidad, bien indicada y en la talla correcta, no debería ser incómoda. Al contrario, muchos de mis pacientes sienten alivio al usarla, ya que les brinda soporte y estabilidad en los movimientos. Claro, es normal que durante los primeros días haya una sensación de presión o ajuste, pero esto no debe causar dolor. Si una faja lastima, marca la piel o impide respirar con normalidad, es señal de que no es la apropiada y debe revisarse.

Debe estar fabricada con textiles médicos certificados: hipoalergénicos, transpirables, elásticos y con costuras suaves o sin costuras internas agresivas. Estos materiales permiten un uso prolongado sin irritar la piel o interferir con la cicatrización. Las fajas que recomiendo en consulta cumplen con estos estándares, ya que están diseñadas para uso clínico, no estético ni comercial.

La transición a la faja de segunda fase depende de tu evolución individual, pero suele darse entre la tercera y cuarta semana postoperatoria. Esta nueva faja tiene una compresión más firme y favorece el moldeo final del contorno corporal. No todos los pacientes deben cambiar al mismo tiempo, por eso hago esta evaluación durante los controles posteriores a la cirugía. Cambiar en el momento adecuado garantiza mayor definición y un mejor resultado estético.

Dra. Daniela Correa Escríbeme
Dra. Daniela Correa

Dra. Daniela Correa

Cirujana Plástica

¿Tienes dudas o preguntas?
¡Escríbeme ahora!

Por favor ingresa tu nombre
Por favor ingresa un correo válido
Por favor ingresa tu número de teléfono
Powered by Amedik SAS
WhatsApp Icon

¡Escríbenos!

¡Escríbenos!

x


Creado por Forja