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¿Te gustaría cambiar tus implantes pero también sientes que tus senos necesitan un levantamiento o mastopexia? Es posible hacer ambas cosas en una sola cirugía. Muchas pacientes llegan con implantes que ya no les gustan —por el tamaño, la forma o cómo han cambiado con los años— y al mismo tiempo notan que sus senos han caído un poco, algo completamente normal con el paso del tiempo, los embarazos o los cambios de peso.
En estos casos, podemos combinar dos procedimientos: el recambio de implantes y la mastopexia, que es un levantamiento de senos. Hoy quiero contarte más sobre esta opción, qué debes tener en cuenta y mostrarte un caso real de una paciente joven que logró un resultado mucho más armónico, liviano y natural. ¡Acompáñame!
Para recordarles —porque ya lo he explicado en otros momentos—, la mastopexia es una cirugía que realizamos para levantar los senos cuando han perdido su posición natural. Esto puede pasar por muchas razones: los embarazos, la lactancia, el paso del tiempo, o simplemente porque la piel ya no tiene la misma firmeza de antes.
Lo que hacemos en este procedimiento es reubicar el tejido mamario, dándole forma y soporte, para que la mama vuelva a estar en una posición más juvenil y armónica con el cuerpo.
Agendar tu Cita de Valoración es el primer paso para evaluar tu caso y encontrar una alternativa en Cirugía Plástica
Aunque muchas veces creemos que los implantes son “para toda la vida”, lo cierto es que con el tiempo pueden necesitar un recambio, ya sea por temas médicos, estéticos o simplemente porque la paciente ya no se siente cómoda con ellos. Aquí te explico las razones más comunes por las que evaluamos un cambio de implantes:
Los implantes, aunque están hechos para durar muchos años, no son eternos. A medida que pasan los años, el cuerpo cambia, el tejido también, y los implantes pueden desplazarse o alterar la forma del busto. Muchas pacientes vienen después de 10 o 15 años porque ya sienten que su cuerpo no es el mismo y quieren un resultado más acorde con su etapa actual.
Este es uno de los motivos más frecuentes que veo en consulta. A veces los implantes que elegimos en un momento de la vida —cuando queríamos más volumen o teníamos otra idea estética— ya no se sienten cómodos. Son muy grandes, muy pesados, o simplemente ya no van con el estilo de vida actual. En esos casos, cambiarlos por unos más pequeños o más armónicos puede hacer una gran diferencia en cómo se siente la paciente.
Con el tiempo, los implantes pueden moverse, especialmente si han sido muy pesados o si el tejido mamario ha cedido. Esto hace que el busto se vea caído, los implantes se vayan hacia los lados o hacia abajo, o que incluso una mama esté más baja que la otra. Cuando esto pasa, no solo evaluamos el cambio de implantes, sino también si es necesario acompañarlo con una mastopexia para reposicionar todo el tejido.
Aunque es menos común, también hay casos en los que se presentan molestias, encapsulamientos o rupturas del implante. En estas situaciones, el cambio ya no es solo estético sino también necesario para la salud y el bienestar de la paciente.
Cambiar los implantes no siempre significa “empezar de cero”. Muchas veces es una oportunidad para lograr un resultado mucho más natural, más liviano y más acorde a lo que hoy buscas. Y si además combinamos el cambio con un levantamiento, el resultado puede ser mucho más completo y satisfactorio.
¡Sí, totalmente! Sí se pueden combinar el cambio de implantes con una mastopexia en una sola cirugía. De hecho, en muchos casos es lo más recomendado, porque nos permite lograr un resultado más armónico y natural en un solo procedimiento.
Cuando una paciente llega con implantes antiguos o muy grandes, muchas veces no basta con solo cambiarlos. ¿Por qué? Porque el tejido mamario ya ha cedido, la piel se ha estirado y el busto ha perdido su firmeza y su forma original. Si en esos casos solo cambiamos los implantes, probablemente el resultado no sea el que buscamos: puede seguir viéndose caído o desproporcionado.
En cambio, al hacer el cambio de implantes y la mastopexia al mismo tiempo, logramos reposicionar los tejidos, levantar la mama y ajustar la piel sobrante, todo en una sola intervención. Así el resultado es mucho más completo: una mama más firme, más centrada y con un volumen más acorde a lo que la paciente desea hoy.
Esto significa que la paciente pasa por una sola anestesia y una sola recuperación postoperatoria.
Aunque es una cirugía combinada, la recuperación se planifica para que el proceso sea lo más cómodo y seguro posible.
Al trabajar tanto el volumen como la forma, conseguimos una mama mucho más natural, proporcional al cuerpo y estable a largo plazo.
Al corregir tanto la posición como el implante, reducimos la necesidad de futuros retoques o nuevas cirugías.
Como siempre les digo y veremos en detalle más adelante: cada caso es único. No todas las pacientes necesitan ambas cosas. Algunas solo requieren un cambio de implantes, otras solo necesitan un levantamiento, y otras —como en el caso que veremos más adelante— se benefician muchísimo al hacer ambas cosas juntas. Por eso es tan importante la valoración previa, donde evaluamos el tipo de piel, la posición de los implantes, la calidad del tejido mamario y, por supuesto, lo que tú deseas lograr con la cirugía.
Hacer estas dos cirugías en un solo procedimiento puede ser la clave para transformar completamente el aspecto del busto, de una forma segura, natural y más acorde con la mujer que eres hoy.
Algo que siempre les explico a mis pacientes es que no hay una única forma de hacer este procedimiento. Cada cuerpo, cada busto y cada deseo es diferente, por eso esta cirugía siempre la diseñamos a la medida de cada paciente.
Sí, y es muy común. Muchas pacientes que llegan con implantes de hace años —grandes y pesados— ya no se sienten identificadas con ese volumen. Les incomoda para hacer ejercicio, sienten que les pesa en la espalda o simplemente quieren un aspecto más natural. En esos casos, podemos optar por un implante más pequeño y armonioso, como hicimos con la paciente del caso que veremos más adelante. También puede ser el momento de elegir un nuevo tipo de implante, con otra forma o textura, dependiendo de tus objetivos.
También es posible. Hay pacientes que han perdido volumen por lactancia, adelgazamiento o el paso de los años, y sienten que un implante un poco más grande —o mejor posicionado— les devolverá esa forma y plenitud que extrañan. La clave aquí es elegir un tamaño adecuado para tu cuerpo y tus tejidos, y que el levantamiento mamario acompañe esa forma para lograr un resultado armónico y duradero.
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En la consulta hablamos mucho sobre tus expectativas, cómo te gustaría verte y cómo ha cambiado tu cuerpo en los últimos años. También evaluamos el estado de tu piel, la posición del pezón, si hay asimetrías, el tipo de implantes que tienes actualmente y cómo están ubicados. Con todo eso, diseñamos un plan quirúrgico que te dé un resultado que se sienta cómodo, natural y verdaderamente tuyo.
Esta cirugía no se trata solo de cambiar un implante o levantar un busto: se trata de entender en qué etapa estás, cómo ha cambiado tu cuerpo, y qué resultado te haría sentir bien. Por eso, cada caso es único, y por eso me tomo el tiempo de explicarte todo con claridad antes de tomar decisiones juntas.
Cuando hacemos el cambio de implantes y el levantamiento de senos en la misma cirugía, el orden es clave para lograr un resultado armónico, seguro y estable. Aunque puede variar levemente según el caso, este es el esquema general que seguimos:
Lo primero que hacemos es retirar los implantes que ya tenés. Esto nos permite evaluar directamente el tejido mamario, ver cómo ha reaccionado con el tiempo y liberar la zona donde vamos a trabajar. También en este momento revisamos la cápsula (el tejido que se forma alrededor del implante) para decidir si es necesario retirarla parcial o totalmente.
Una vez retirados los implantes, evaluamos cómo ha quedado el busto sin el volumen artificial. Esto es muy importante porque cada cuerpo reacciona distinto. Hay casos en los que el tejido queda más flácido, más caído o asimétrico, y esto nos ayuda a ajustar el plan del levantamiento con más precisión.
Luego pasamos a la parte del levantamiento, que es la reposición del tejido mamario. En esta etapa se reubica la glándula, se centra el pezón y se elimina el exceso de piel. Todo esto se hace pensando en que el nuevo implante se va a colocar después, así que dejamos la forma lista para recibirlo.
Ya con el tejido reposicionado y la forma corregida, insertamos los nuevos implantes, que generalmente ya elegimos en consulta (aunque siempre tenemos opciones para ajustar en quirófano si es necesario). Estos implantes nuevos suelen ser más acordes al cuerpo actual de la paciente, más ligeros y naturales.
Una vez que los implantes están en su lugar y el busto tiene la forma deseada, hacemos los ajustes finales en la piel y el cierre de las incisiones. Todo se realiza cuidando que el resultado sea simétrico, estable y estéticamente armonioso.
Este orden permite que la cirugía sea eficiente y segura, y que el resultado no solo se vea bien el primer mes, sino que se mantenga bonito y natural con el paso del tiempo. Es una cirugía que demanda experiencia, precisión y planificación, pero que da muchísima satisfacción cuando se hace de forma personalizada.
Les cuento un poquito sobre una paciente que operé recientemente. Tenía 35 años y unos implantes puestos hacía más o menos quince años. En ese momento había elegido unos implantes bastante grandes, con mucho volumen, que con el tiempo comenzaron a incomodarla: sentía que eran muy pesados, que se le iban hacia los lados y hacia abajo, y que ya no representaban la imagen que quería de sí misma.
Cuando vino a consulta, lo que ella buscaba era un cambio completo, pero sutil y natural. No solo quería cambiar el tamaño del implante, sino también levantar el busto, porque claramente había una caída del tejido por el peso y el paso de los años.
Decidimos hacer una mastopexia con recambio de implantes. Retiramos los implantes antiguos, que eran bastante grandes, y los reemplazamos por unos más pequeños y mucho más armónicos con su figura actual. Al mismo tiempo, reposicionamos todo el tejido mamario, levantamos la mama, ajustamos la piel y logramos una forma mucho más natural, centrada y estable.
El resultado fue una mama más pequeña, más firme y más juvenil, que se sentía liviana y cómoda para ella. Y sobre todo, se sentía identificada con ese nuevo busto, con cómo se veía y cómo se sentía con su cuerpo hoy.
Si estás pensando en hacerte un cambio de implantes, un levantamiento, o ambas cosas, mi principal recomendación es que me contactes aquí para una consulta. Sé que a veces puede dar nervios, pero esa valoración es el primer paso para que podamos entender juntas qué necesita tu cuerpo y qué estás buscando tú como mujer en esta etapa de tu vida.
En esa cita evaluamos la calidad de tu piel, la posición del busto, el estado de tus implantes actuales (si los tienes), y hablamos mucho sobre tus expectativas. Yo siempre digo que no se trata solo de cambiar una forma, sino de escuchar tu historia, tus razones y lo que quieres lograr con esta cirugía.
Hacer una mastopexia junto con un cambio de implantes es una opción segura, eficaz y muy común, especialmente en mujeres que han tenido implantes durante varios años y que sienten que su cuerpo ha cambiado. Al combinar estos dos procedimientos, logramos no solo mejorar la forma del busto, sino también crear una nueva armonía con el resto del cuerpo, con resultados más duraderos y naturales.
Si sentís que tus implantes ya no te representan, o si notás que tus senos han cambiado con el tiempo, no estás sola. Muchas mujeres pasan por esta etapa y toman la decisión de transformar su imagen con un enfoque más consciente, más ligero y más auténtico. Y estoy aquí para acompañarte en ese proceso, paso a paso.
Soy la doctora Daniela Correa, cirujana plástica, estética y reconstructiva. Me formé como médica y especialista en la Universidad de Antioquia, y desde entonces he enfocado mi práctica en escuchar a cada paciente con atención y empatía, para entender lo que busca y ayudarle a reflejar por fuera esa belleza y seguridad que lleva por dentro.
Mi enfoque combina la precisión médica con la sensibilidad estética, y por eso realizo tanto cirugías combinadas como el recambio de implantes con mastopexia, como también procedimientos por separado, dependiendo de lo que cada cuerpo y cada paciente necesita.
Trabajo en Rionegro, Antioquia, en un entorno médico seguro, moderno y con tecnología de punta. Si estás considerando un procedimiento, estaré encantada de acompañarte y resolver todas tus dudas, ya sea de forma presencial o virtual.
No hay un tiempo exacto, pero muchas pacientes regresan entre los 10 y 15 años después de su primera cirugía. Si sentís molestias, cambios visibles en el busto o ya no te sentís cómoda con el tamaño o la forma, es buen momento para una valoración.
Sí, es una práctica segura y común cuando está bien planificada y realizada por un cirujano plástico certificado. Combinar ambos procedimientos permite una sola recuperación y mejores resultados estéticos en muchos casos.
La recuperación es muy similar a la de una cirugía mamaria convencional. Generalmente, las pacientes necesitan reposo relativo durante 7 a 10 días, evitar ejercicio por unas semanas y seguir las indicaciones posoperatorias con cuidado. Hacemos todo lo posible para que te sientas acompañada y segura en ese proceso.
Claro que sí. En consulta analizamos tus expectativas, tu cuerpo actual y te ayudo a elegir un implante que se vea natural y se sienta cómodo para ti. También hablamos de forma, proyección y si es mejor mantener el plano submuscular o subglandular.
Sí, pero la cicatriz es parte del proceso de lograr una mama más firme y levantada. Siempre usamos técnicas que permiten cicatrices lo más discretas y finas posible, y con el tiempo suelen mejorar notablemente.
También es posible. No todas las pacientes necesitan una mastopexia. En consulta evaluamos si tu piel, la posición del busto y la firmeza del tejido permiten hacer solo el recambio y lograr un buen resultado.
Todos los derechos reservados
Dra. Daniela Correa Cirujana Plástico Medellín © 2022
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